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La plantación se lleva a cabo en marzo o abril, según la región. Las semillas de lino se plantan a 1 ó 2 cm de profundidad y tardan sólo 100 días en alcanzar la madurez. Del tallo brotan entre 80 y 100 hojas. La planta alcanza una altura de unos 100 cm y florece en junio. Cada planta produce una flor que dura sólo unas horas.
La recolección comienza en julio, una vez que el tercio inferior de los tallos ha perdido sus hojas. El lino no se siega, sino que se arranca para conservar toda la longitud de los tallos. Después se recogen en manojos de un metro de ancho, llamados hileras, que se depositan en los campos. Después de arrancarlos, las largas raíces que aún permanecen en el suelo lo fertilizan, lo que confiere al lino el estatus de excelente cultivo de rotación.
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El enriado, de julio a septiembre, es el primer paso en la transformación de la planta en fibra, y es totalmente natural. El agua de lluvia, el rocío de la mañana y la luz del sol ayudan a los microorganismos y bacterias del suelo a eliminar la pectina que une las fibras de lino al núcleo duro del tallo. Para garantizar un enriamiento uniforme, las hileras se voltean a mitad de la temporada. Una vez terminado el enriamiento, el lino se agrupa en pacas.
Las fibras de lino se encuentran en la envoltura exterior del tallo. Hay que extraerlas y deshacerse del núcleo interior de madera (agramizas). El descascarillado es un proceso mecánico que puede realizarse en cualquier época del año. Las etapas sucesivas se denominan desgranado, estirado, triturado y trillado. Nada se desperdicia: todas las fibras largas y cortas y todos los subproductos (semillas y agramizas) se aprovechan, por ejemplo, en camas para animales.
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El peinado, también conocido como trenzado, lo lleva a cabo el desplumador o la hilandera. Se eliminan las impurezas de la fibra, tras lo cual ésta se endereza, se calibra y se estira en cintas continuas, suaves y brillantes.
Durante esta etapa, se mezclan entre sí cintas de lino peinado procedentes de varios lotes de fibra, de diferentes parcelas, regiones e incluso cosechas. Este ensamblaje, equiparable a los métodos utilizados para el champán y el coñac, aprovecha las propiedades de cada lote y produce así un hilo de gran calidad y consistencia a lo largo del tiempo. Cuanto mayor es la calidad del hilo requerida, mayor es el número, con hasta 32 lotes diferentes.
Las hebras mezcladas y estiradas se retuercen mediante diferentes técnicas para formar una amplia gama de hilos: la hilatura húmeda consigue hilos finos utilizados para prendas de vestir y ropa de hogar, mientras que la hilatura seca produce hilos más gruesos y rústicos para mobiliario doméstico y cuerdas. Los títulos de los hilos se clasifican por número métrico (Nm), que corresponde al número de kilómetros de hilo producidos con 1 kg. Cuanto más alto es el valor, más fino es el hilo, oscilando entre Nm1 y Nm60, e incluso Nm100.
Tejer consiste en entrecruzar hilos de urdimbre (que corren a lo largo) con hilos de trama (que corren a lo ancho) para crear un tejido. Existen muchos tipos de tejido: sarga, raso, etc. - combinados con los distintos grosores y efectos de los hilos, han dado lugar al desarrollo de una gran variedad de tejidos creativos para la moda, la ropa de casa, el mobiliario doméstico y una gran variedad de acabados para artículos de lujo.
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Nelen & Delbeke es una tejeduría familiar de cuarta generación comprometida a ofrecer a sus clientes una amplia gama de productos excepcionales que se distinguen por su excelente diseño. Todo ello gracias a un completo parque de telares actualizado y de alta tecnología.
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